Retelling of a Korean Folk Tale in Spanish
Era un dÃ?Âa en el invierno, hacÃ?Âa muy frÃ?Âo y el joven decidiÃ?³ ir a la montaÃ?±a para obtener leÃ?±as para hacer fuego en su casa. Ã?Â?l estaba continuando su camino sobre la montaÃ?±a y de pronto viÃ?³ un ciervo cerca de Ã?©l. El ciervo salio’ cuando Ã?©l lo viÃ?³. De repente, un cazador apareciÃ?³’. El cazador le pregunto’ al hombre si Ã?©l mirara el ciervo. El hombre se mintiÃ?³’ al cazador que Ã?©l no encontrÃ?³’ el ciervo. Cuando el cazador salio’ el ciervo regreso’. El ciervo estaba agradecido, y ofreciÃ?³’ al hombre un regalo. El ciervo se mando’ al hombre a seguirle. El ciervo llevo’ al hombre a un lugar secreto donde princesas hadas se baÃ?±aron. El hombre miro’ una princesa hada y en seguida se enamoro’. El ciervo se mando’ al hombre a robar las ropas de la princesa si Ã?©l quisiera la princesa quedar sobra la tierra y no regresar al cielo. Entonces el hombre robo’ las ropas y la princesa fue forzado a casarse con el hombre porque sin su ropa la princesa no podÃ?Âa regresar al cielo.
El ciervo se dijo un final consejo al hombre que no devolver las ropas a la princesa hasta que nacieran tres hijos. Por muchos aÃ?±os el hombre y la princesa hada vivÃ?Âa con felicidad. Pero, un dÃ?Âa, el hombre decidiÃ?³ a devolver las ropas a la princesa. La princesa se servÃ?Âa bien el hombre por muchos y el hombre querÃ?Âa dar las gracias. Pero, el hombre solo tenÃ?Âa dos hijos con la princesa. Desgraciadamente, de pronto del hombre devolviÃ?³ las ropas, la princesa regresÃ?³ con los dos hijos al cielo. QuÃ?© espantoso. El hombre lloraba por su esposa y sus hijos. Entonces el hombre fue a buscar el ciervo quien se mando’ las instrucciones. Cuando Ã?©l encontrÃ?³’ el ciervo Ã?©l le pregunto’ al ciervo si hubiera soluciones para reunir con su familia. El ciervo le sugiriÃ?³ al hombre a relajarse. El ciervo explico’ al hombre que las princesas hadas del cielo no tenÃ?Âan agua en el cielo, entonces las princesas necesitaban coger agua de la tierra con un tazÃ?³n divino. El ciervo explico’ que el hombre pudiera montar al tazÃ?³n e viajar al cielo.
Entonces el hombre hizo lo que el ciervo le dijo. Pero, cuando el hombre le pidiÃ?³ su esposa divina a regresar a la tierra la esposa le dijo “no.” Sin otras opciones, el hombre decidiÃ?³ a quedar en el cielo con su familia por eternidad.